martes, octubre 06, 2009

Ritmo de Jazz


Sólo escuchaba Jazz cuando estaba muy muy triste porque le recordaba a las típicas historias de cine negro y le animaba imaginarse a si mismo oliendo a tabaco y whisky, con tirantes y pantalones de pinzas, tras un escritorio desordenado y ver desde su oscura posición un bonito vestido blanco sobre un imponente cuerpo de femme fatale y unos maravillosos labios aparentemente rojos escupiendo volutas de humo.
Y así se quedaba, con el brazo apoyado en el respaldo de la sila, fingiendo indiferencia y mirando al vacío de su imaginación, mientras se oía jazz de fondo. Cuando la música dejaba de sonar su visión se esparcía por la habitación cual pompa de jabón y lo que le había hecho sumirse en esa tristeza parecía una nimiedad en comparación con el problema por el que le había contratado aquella imponente rubia.