domingo, noviembre 18, 2012

Cuando me fui...

A veces no me acuerdo de su cara, recuerdo fragmentos, la curva de su mandíbula, su media sonrisa, sus ojos a veces verdes, a veces castaños, pero no soy capaz de recordar su rostro completo, tenía que haber cogido una foto, sólo una foto. A pesar de todo no le olvido, tengo presente constantemente esa sensación de pérdida, el vacío que sentí cuando me fui. 
El primer año me levantaba cada día desorientada, buscándole a mi lado, al darme cuenta de que estaba en una cama dura, exigua, lejos de todo, deseaba, con todas mis fuerzas, irme, volver a casa, con él y afrontar las consecuencias. Claro que las consecuencias serían funestas, aguantando volvería a él algún día, de cualquier otro modo estaría con él sólo un día, teniendo en cuenta que llegara a tener esa oportunidad. 
Lo que más me angustia es pensar que pensará él, quiero creer que es consciente de que nunca me iría por voluntad propia, que algo pasó para que le dejara de aquella manera, pero no puedo evitar pensar que se convenció de que le dejé y ya está, la navaja de Occam, la explicación más sencilla suele ser la correcta y lo más sencillo es pensar que me fui porque no fui capaz de dejarle cara a cara, seguro que ha habido gente que ha intentado convencerle de ello ¿Lo habrán conseguido? Al menos nunca me preocupó que estuviera con otras, lo que si me preocupa es que si realmente me conoce tan bien como para saber que algo pasó, se sentirá muy culpable y, le conozco, sé que la culpa puede llegar a consumirle. 
Mañana se cumplen tres años de vacío, tengo que contarles a todos quién soy y volver, volver a él, por fin, rezo a un ser indeterminado para que, me esperara o no, quiera volver a mi.

lunes, octubre 15, 2012

Paisaje Interior

Se acercó por su espalda y la rodeó con los brazos, las palmas abiertas tocaban su abdomen, el calor de ella traspasaba la fina camiseta, a ritmo lento movía las manos, llegando a sus caderas y a la curvatura de sus senos.

Asomó la cabeza a su hombro, absorbiendo el aroma de su cuello, le dio un mordisco y ella no pudo reprimir un gemido, la temperatura aumentaba.

el tejido de su camiseta al moverse daba la sensación que da el raso al tocarse a sí mismo, quiso comprobar si aquella suavidad era una simple ilusión e introdujo las manos bajo la prenda y notó la suavidad infinita su piel, ella se giró dándole la sensación de que él la torneaba con las manos.

La atrajo hacía sí y ella le acarició el pelo con ambas manos, besó sus labios tiernos con urgencia, sin precalentamiento, con humedad súbita, rozando sus lenguas de terciopelo.

Se encontraba en ese extraño momento entre la ternura y la rigidez, ella se movía al ritmo de sus besos, escapó de su suavidad respirando entrecortadamente, acariciando nariz con nariz, mejilla con mejilla y finalmente oído con oído, ella se escurrió de entre sus brazos, dejándole exhausto de un beso, enfermo de amor.

martes, julio 24, 2012

Yo no quiero ser francesa

La Virgen del Pilar dice
Que no quiere ser francesa
Quiere ser Aragonesa.


Me encuentro en la misma situación que la Virgen del Pilar con excepción de que no quiero ser aragonesa, yo lo que quiero es ser Española, Almeriense en todo caso ¿Por qué digo esto? No os alarméis, Hollande no ha dicho que necesita pasar por España para llegar a Portugal, ultimamente no hago otra cosa más que ver carteles comparativos con respecto a la función de Fraçois Holland en estos meses de gobierno en el elíseo y de lo mal que lo está haciendo Mariano Rajoy en el nuestro, no, tranquilos, no voy a defender a Rajoy, me gusta ser abogada del diablo, pero no tanto, tampoco voy a defender la gestión anterior ni voy a decir que Holland no lo esté haciendo bien.

¿Cuál es la cuestión entonces? ¿Estrella qué pretendes decirme?

Lo que digo es que tuve la suerte, repito LA SUERTE, de nacer en Almería, de hablar Español y de ser heredera de esta cultura tan rica que ha bebido de tantas fuentes y no tengo ningunas ganas de mudarme a Francia, Inglaterra o Alemania, tampoco me resigno a irme fuera o a lamentarme por lo que tienen los demás, no lo hacía cuando otros niños tenían juguetes más chulos que los míos, no lo voy a hacer ahora.
No me sirven de nada las comparaciones con otros paises, sin necesidad de mirarme en el espejo de Europa sé perfectamente, y vosotros también, incluso Rajoy sabe, cual es nuestro problema y qué es lo que tenemos que arreglar, el problema es que aquí, será una cuestión social, nos gusta mucho más quejarnos de lo que nos ha tocado que hacer algo por solucionarlo.

Permitidme y luego me llamáis lo que queráis, pero voy a citar una ley scout "El scout sonríe y canta ante las dificultades" os voy a dejar unos minutos para que os riáis de mi a gusto... 

¿Ya? Bien, no voy a decir que haya que estar contento por estar en crisis, lo que digo es que la crisis está ahí, es una realidad y quejarse de ella y del poco dinero que tenemos y de lo mal que vivimos lo único que consigue es que nos deprimamos de forma tanto individual como colectiva y cualquier psiquiatra te dirá que bajo los efectos de la depresión no se rinde como es debido, por lo tanto ver lo buena que es la gestión de Hollande en un país diferente, con una cultura diferente, con una Democracía completamente diferente, por el simple hecho de regodearnos en lo bien que viven en Francia y lo mal que vivimos nosotros en lugar de para adaptar aquello que sea adaptable a nuestro sistema. Tampoco sirve de nada, como no sirve de nada manifestarse para decir que estamos fatal, pues claro, eso lo sabemos todos, que no hay trabajo, no, no lo hay ¿Tenemos ideas? ¿Alguien propone de verdad un cambio en los tejidos profundos de nuestro sistema? sinceramente me parece más útil apoyar una revolución bajo una idea creativa, y si la idea es buena monto barricadas, si es necesario, que bajo la queja por la queja. Empezando por el gobierno y oposición y demás que ya tienen el poder, donde el juego consiste en pelearse por a ver quién dice lo más terrible sobre el país en lugar de pelearse por a ver quien hace lo mejor para que el país salga a delante.

Así que yo seguiré haciendo todo lo posible por salir a delante en lugar de quedarme sentada diciendo lo terrible que es todo, o salir a gritar lo terrible que es todo, si hacer un ciclo superior no me funciona, haré otro, si tampoco salimos a delante por ese lado haré más toquillas de ganchillo a ver que tal se venden, si eso tampoco funciona siempre hay un camino, y no me digáis que no, dejad de ser pesimistas, siempre hay un camino, y caminar por él mirando al suelo no nos permite ver lo que nos espera en la meta.

sábado, julio 21, 2012

Ser o no Ser

Soy escritora, ese soniqute me martillea la cabeza día tras día, cuando la gente me pregunta a que me dedico, qué hago con mi vida... mi primer impulso es decir "soy escritora" antes de que salga de mi boca decirlo, siempre tengo que acabar explicando que tengo un blog, que no es nada, que he escrito una novela que no me atrevo ni a registrar y que me pican las manos, prefiero callarme, contar que estudio y ya está.
Ultimamente el soniquete es mucho peor, porque ya no es cuestión del rollo que tengo soltar, sino, realmente ¿soy escritora? Mi producción literaria es cuanto menos intermitente y cada día más, si es cierto que a pesar de todo no dejo de escribir, pero he abandonado la literatura por los artículos de otra índole, pero he perdido esa necesidad de contar cualquier cosa que se me venga a la cabeza.
La inspiración está en el culo, decía uno de mis profesores, el talento es la nada, hay que trabajar, trabajar, trabajar, pero si no puedo dedicarme por entero a las letras pierdo el hábito y con él la esperanza de producir algo legible.
Nunca quise que esto fuera un diario donde descargar mis angustias, pero últimamente esta amante mía no me da nada más que angustias, todo es completamente metalingüistico en mi mente, no puedo dejar de darle vueltas a las letras a la forma, a la forma que han perdido, desde luego, antes se ponían en orden solas, sólo necesitaba una historia, pero en ausencia de la historia, en ausencia de un dictado tácito a mi oreja, tal y como ha pasado en otras ocasiones lo único que hago es gritarle a la literatura que me está decepcionando, que me tiene abandonada y que estoy de sus bloqueos hasta el mismísimo, perdonen la expresión, pero empiezo a pensar que llevo más tiempo bloqueada que produciendo, por lo que el título de escritora se diluye, se pierde, casi, hoy por hoy, lo niego.

lunes, junio 11, 2012

La Peor Situación

Las noches antes eran el único momento de respiro en el agobiante y bochornoso verano, en la puerta del cortijo, sentados en las incómodas sillas de madera hechas por ellos mismos, se podía estar un rato, pero hacía unos días que ni así se estaba bien. Todavía no sabía que pensar, no se encontraba precisamente en la mejor situación, ser neutral en época de guerra es lo mismo que ser enemigo de todos los bandos.
Tenía tierras en propiedad, casi todas yermas sin valor, pero tierras al fin y al cabo, provenía de una familia importante de terratenientes que había perdido poco a poco todo lo de valor, pero tenía un cortijo y cabras, suficiente para que fuera considerado un enemigo de la república.
Se trataba con trabajadores de todo tipo, aunque él no tenía ninguno a su cargo debido a la poca productividad de su amplia finca, pero era bastante dado a relacionarse con los mineros, daba igual si barrenero o capataz, suficiente para que fuera considerado enemigo de los rebeldes.
El 18 de Julio, cuando la ciudad no se alzó pensó que quizá las cosas estuvieran tranquilas un tiempo, pero en realidad se formó una guerra nocturna, sangrienta, completamente paralela, entre enemigos naturales, entre familiares, cada día llegaba una noticia nueva: Han fusilado a menganito, le han pegado un tiro en nuca a fulanito, han paseado a esta familia… fue ahí cuando se temió lo peor, en cualquier momento podrían ir a buscarle, cualquiera. Estaba en la peor situación. Aun así hizo por seguir adelante, como si no pasara nada, había que ordeñar a las cabras y llevarlas a pastar igualmente, la naturaleza no se para porque los hombres decidan matarse entre si.
- Voy a cagar- Dijo.
Y se levantó y echó a andar hacia los corrales, antes de llegar se echó a un lado, para no entrar con las cabras y alborotarlas, se bajó los pantalones y se dispuso a hacer sus necesidades. Cuando ya había terminado y se disponía a limpiarse oyó pisadas a su espalda y antes de poder preguntar hablaron ellos. Preguntaron por él.
- Soy yo, dijo sin incorporarse.
- Pues te vienes con nosotros- Antes de darse cuenta dos hombres le asían por las axilas con fuerza y antes de lograr verles la cara le habían vendado los ojos.
Es curioso como se reacciona, ni siquiera se le aceleró el corazón, se dejó conducir mansamente hacía algún sitio, no pensaba, tenía la mente completamente en blanco, caminó a ciegas conducido por dos desconocidos al menos un minuto sin pensar nada, sin decir nada, no sabía ni si le habían subido los pantalones. A la fuerza le metieron en lo parecía la parte trasera de un coche, olía a orín, el asiento de cuero estaba húmedo y pegajoso, otro olor, menos intenso le llegaba a las narices detrás de la orina, inconfundible, metálico, sangre, olía a sangre, fue entonces cuando su corazón quiso huir de su pecho.
Empezó a temblar como un crio y apretó las manos que ahora tenía atadas, no sabía muy bien como, para evitar que aquellos que le habían metido en el coche le vieran alterado. El coche empezó a moverse, era buena señal, pensó, al menos no le matarían allí mismo, como sin duda habían hecho con alguien antes.
“Relájate, igual si consigues oír algo descubres quién los manda, de que lado vienen y te puedes librar”, respiró todo lo hondo que pudo un par de veces y se aprovechó de su ceguera para escuchar la conversación de sus raptores.
- Como te lo digo- Dijo uno de ellos, él diría que el copiloto.
- Y ¿Qué hiciste?
- ¿Qué voy a hacer? ¿No te he dicho que me estaba enseñando las rodillas de forma descarada? Me acerqué y le dije a su hermana que si podía sacarla a bailar, la zagala no hacía más que arrimarse, así que le dije al oído que si nos escabullíamos de allí.
- Y te dejó con tres palmos de narices, como si lo viera.
- Calla hombre, me cogió de la mano y me sacó del baile en un tris, cuando me vine a dar cuenta la tenía echada encima como una leona.
- ¡No me lo creo! 
- Pues créetelo, así que en menos de na le quité el refajo y allí mismo le rompí el virgo.
- Anda ya.
- Que si hombre que si. La chiquilla va y me dice “mañana vamos a hablar con mi padre”- imita la voz femenina.
- Qué bien, que te casas.
- ¿Qué me voy a casar? Yo no me caso con una puta que se arrima a cualquiera y pierde el virgo así de fácil.
- ¿No decías que os conocíais desde zagales?
- Claro, pero yo si me caso tiene que ser virgen. Así que allí la dejé.
Creía haber reconocido al conductor entre las dos frases que había dicho, al copiloto, que había dejado a la pobre niña hecha un guiñapo no lo conoció y prefirió no hacerlo, la historia le había revuelto las tripas con la combinación de los olores repugnantes del coche y la situación en si misma.
Y ahora qué, ya sabía quien era uno de sus captores, pero no tenía ni idea de como bajar de aquel coche y que lo dejaran en paz. Entonces tomaron una curva algo brusca y la reconoció al instante.
- Podemos parar un momento- Dijo intentando que su voz sonara lo menos temblorosa posible- Es para decirle a Rosendo Garriguez que le diga a mi mujer que si quiere saber donde estoy que se lo pregunte a Manuel Morata.
- ¿Cómo?
- La fonda de Rosendo queda aquí cerca, paramos, vosotros me acompañáis, que le de el recado a mi mujer que si quiere saber donde estoy que avise a Manuel Morata.
Los dos hombres cuchichean algo muy breve y el coche para y ambos se bajan dejándole allí. Oye que hablan fuera, pero no termina de entender que dicen, ahora si que tiene el corazón acelerado, no sabe si sus palabras le dejarán libre o le valdrán un tiro al instante, ha sido una medida desesperada, su última esperanza. Cada segundo que pasaba le parecía menos halagüeño, seguramente había firmado su sentencia antes de lo que pensaba, igual aquella había sido la misma estrategia que había seguido el que tenía los sesos esparcidos por el asiento de atrás del coche en el que estaba metido. Tal vez había errado y la voz que pensaba que reconocía no fuera de quien él pensaba, quizá su treta sólo había servido para que aquellos dos se rieran de él, pero en esta ciudad pequeña todo el mundo se conoce, si realmente estuviera confundido con la voz quizá haya dado con un enemigo mortal de Morata, igual no se ganaba un tiro, igual se ganaba la tortura, aunque la espera sobre su destino final era suficiente tortura para él.
Después de un tiempo indeterminado se abrió la puerta del coche a su lado, cerró los ojos a pesar de tenerlos vendados, esperando el tiro que le atravesara el cerebro, pero antes de darse cuenta dio con el culo en el suelo, le cogieron de las axilas de nuevo, le quitaron la liga de las manos y la venda de los ojos.
- ¡No te gires!- Le dice el que había reconocido- ¡Camina, vete, camina! Y No te gires.
Le empujó en la espalda y comenzó a andar temiéndose que en el momento menos pensado le iban a disparar por la espalda, continuó sin pararse, concentrándose en seguir vivo, en no morir de ansiedad, respirando a compás, creyó oír un coche moverse por detrás de él, pero no se giró para saber si se acercaba, se alejaba o si ni siquiera era el de aquellos dos que iban a matarle en cualquier momento. Probablemente estuvo más de media hora de camino antes de vez la silueta del cortijo, al ver su casa cayó de rodillas sobre la dura tierra seca de su finca, terminó caer sobre el suelo, tendido boca abajo mojó su tierra con sus lágrimas hasta que quedó extenuado y expulsó parte de la tensión de aquella noche que le acompañaría hasta el final de sus días.

viernes, junio 08, 2012

Hacer Historia, Cambiar La Historia, Ser Historia

Un detonante, una frase que ya había escuchado antes, Alfonso Rojo dice en televisión "Todas las Generaciones creían que iban a cambiar La Historia" mi primera respuesta, automática, ha sido "Todas las generaciones han cambiado La Historia" ¿A qué me refiero? Me refiero a que a pesar de las ensoñaciones que a veces tenemos sobre el destino, de ese asidero que buscamos cuando no podemos evitar que las cosas nos sucedan, La Historia no puede cambiar, algo que no está predispuesto no puede cambiar, en todo caso podríamos, podrían, pudieron, virar el rumbo por el que parecía que se encaminaban las cosas. 

Lo siento por vosotros, divagaré mucho hoy, pero espero que tenga sentido: La Historia se escribe día a día, y no sabemos que permanecerá, que quedará permanentemente en el papel, en los archivos polvorientos que alguien como mis compañeros Historiadores, rebuscará. El hecho de que un acontecimiento concreto trascienda o no, no quiere decir que no forme parte de la Historia, que no afecte a ese rumbo, todos somos Historia, tanto en el sentido formal de la palabra, ya que cada uno de nosotros está registrado, forma parte de un papel, en un archivo, nuestro nacimiento, nuestro código único personal e intransferible, cosa que no ha sido así siempre y no lo es en todos sitios, por otra parte formamos una Historia más abstracta, igual suena mucho al efecto mariposa, pero no deja de ser claro y distinto para mi: Todos, repito más alto por si no me oís TODOS escribimos La Historia, a diario, que los hechos sean de un modo u otro, es una consecuencia del comportamiento general, del caos, el libre albedrío y lo que trascienda no lo decidimos nosotros. Me hace gracia cada vez que escucho "Estamos haciendo Historia" eso no lo sabremos, la historia, como la gelatina, necesita enfriar un tiempo prudencial para cuajar en un libro de texto, para no pasar de puntillas por un par de tesinas y poco más. ¿Cuántos acontecimientos, movimientos, detonantes Históricos no habrán sucedido que parecieran infinitamente trascendentes para aquellos que lo vivieron y de los que a penas hemos oído hablar nosotros? y digo más para que veáis cuán importante es la labor de TODOS para que La Historia sea la que es ¿Cuántos hechos Históricos ni recordamos o quizá no tenemos conocimiento de ellos, ni siquiera parecieron trascendentes en su momento y sin embargo han determinado profundamente nuestro modus viviendi actual?
Porque otra cuestión que se da mucho por hecho pero a mi me parece estúpido aceptarlo como tal es que un momento concreto, un día, un pulso, una corriente, determinará La Historia más que un proceso que se lleva cuajando siglos, es como decir que un vino con uno meses es igual de bueno que un vino con unos cuantos siglos. Evidentemente hay momentos concretos que marcan un antes y un después, pero esos momentos Nunca, o al menos en una generalidad de las veces, se producen sin unos antecedentes y tampoco el giro posterior suele ser tan brusco como se preveía.

El futuro es incierto, intentar prever el futuro es por lo tanto intentar leer un libro, una Historia que no se ha escrito... y amigos, eso es imposible, al menos por ahora.

lunes, abril 16, 2012

Primavera, viajes y apocalipsis


El viento huracanado hace que las banderas se ajen, los mástiles se partan y los contenedores se vuelquen, dejando su pútrido contenido esparcido por las calles.
Estas estampas tan primaverales, juntos con las absurdas noticias que se emiten a diario me dan la sensación de que el apocalipsis anda cerca y es inevitable, quizá resulte muy extremista, entiéndanme no digo que el mundo se vaya a terminar y los pocos supervivientes tengamos que valernos gracias al saqueo y el canibalismo, pero si me da la sensación de que todo explotará  por un lado u otro, es una sensación que se instaló hace algún tiempo, pero que va creciendo cada día, notando un especial incremento en esta primavera. Me equivoco, seguro, al final pasará como siempre, un día las cosas se calmarán, probablemente en invierno, cuando se le congele la sangre a los zombis, y no habrá pasado nada hasta la siguiente crisis.
Eso no evita que deje de pensar en cual es mi salida si el mundo tal y como lo conozco se viene a pique, así como hacía que lado se inclinará la balanza.
Como estudiosa de la Historia a veces, cuando estudiaba las revoluciones me perdía en ensoñaciones, si yo hubiera vivido aquello… ahora, que me veo tan cerca del cambio envidio a mi yo del pasado que vivía en una balsa de aceite y soñaba con tiempos más revueltos, decía que la gente se implicaba más en la política, en la vida en general y probablemente, si lo hubiera vivido, pensaría igual que pienso ahora, que no son objetivos, ni críticos con el mundo en el que viven, que se dejan llevar por las ideas de unos pocos y se exaltan por cosas que no tiene sentido exaltarse mientras que el problema de fondo sigue ahí y nadie lo soluciona.
Lo realmente curioso de esta situación es, en realidad, que veo lo que está pasando como el que estudia historia, desde lejos, fuera de contexto, con la diferencia de que antes, lo que estaba fuera de contexto era el texto que tenía delante y no yo, como parece pasar ahora mismo, me veo como una viajera del tiempo que se ha quedado atrapada en una fase interesante, pero desagradable y no puedo volver a casa. 

miércoles, abril 11, 2012

Te reconozco entre la multitud.

Por casualidad, llegaron a mis ojos unas fotos multitudinarias, no recuerdo sobre qué, no recuerdo porqué, pero normalmente tengo que mirar cara a cara, escrutar a cada persona para encontrar a aquel que conozco, contigo es diferente, al primer golpe te vi, sólo tu cabeza, entre la multitud. Has cambiado, pero todavía te reconozco.

Es en estas ocasiones cuando te echo de menos, si, no te sorprendas, te echo de menos, aunque quizá no como las exparejas se echan de menos, o quizá si, no echo de menos tu aroma, ni echo de menos mesarte la barba, ni echarme una siesta contigo, lo que echo de menos es a mi amigo, ese que un día, antes de ser mio me prometió que, pasara lo que pasara, íbamos a ser amigos siempre.

Pasan los años, que ya han sido muchos, y aún así, todavía, igual que te veo entre la multitud, hay cosas que suceden en mi vida que siento el impulso de contarte, como le contaría a cualquiera de mis amigos, antes lo hacía y mientras hubo algo peleabamos por cualquier cosa, eso tampoco lo echo de menos, pero hubo un dulce momento en el que fuimos civilizados, en el que después De, fuimos amigos, hasta que sin explicación previa se acabó y entonces sólo fuiste una cara que reconozco entre la multitud, una sonrisa que reconocería en cualquier parte, unos ojos que, a pesar de los años, me taladran. Con el tiempo empiezas a pertenecer a una vida anterior que ya no recuerdo, hasta que te veo entre la multitud.


viernes, abril 06, 2012

Cuando éramos Heavys

La miro y a pesar de los años la sigo viendo con el pelo corto, recuerdo que no me gustó, pero por aquel entonces también solía llevar una camiseta de Master of Puppets reformada para que se adaptara a la figura, vaqueros ceñidos y botas de tacón, eso si me llamó la atención. Ahora lleva el pelo con corte en melena, suele vestir con camisa y pantalón de pinzas y dice que le gusta. Yo no me quedo atrás, antes llevaba el pelo largo a media espalda, ahora lo llevo corto, tengo las muñequeras de pinchos en un cajón, no sé cual y hace un siglo que no me pongo una camiseta negra. 
Es inevitable, no es una cuestión de cambio de gustos, o quizá si, uno se modera con la edad, es parte de la formación de la personalidad, igual cuando tenga 70 años vuelvo a escuchar Childen of Bodom a todo pijo mientras mis nietos me suplican que lo quite, claro que no les haré caso porque estaré muy ocupado partiéndome la espalda haciendo el molinillo.
Ella es diferente, ya era moderada, no ha dejado de escuchar lo que escuchaba, yo fui muy radical, pero ella venía hecha cuando llegó a mi, su etapa más radical fue cuando le dio por escuchar Van Halen y a mi pesar, todavía lo hace. De todas maneras inevitablemente, cada vez que me subo en el coche con ella y lleva puesto el SM de Metallica la veo como en aquellos años, vestida igual, maquilada igual e igual de sexy, supongo que eso es sano porque reconozco en ella a la mujer de la que me enamoré, me pregunto si ella ve en mi al hombre del que se enamoró.
Esa visión, además de reconfortarme me turba, porque no puedo evitar sentir nostalgia de aquellos primeros días, de aquellos primeros besos, del torbellino del enamoramiento. Es curioso, son sensaciones que me encantaría volver a vivir, a veces me resultaría indiferente con quien, sólo sentirlas de nuevo, pero lo ideal es que eso no vuelva a pasar, pero es como pedirle a un adolescente que no se encierre en el cuarto de baño todos los días a las mismas horas, hay cosas que se siente la imperiosa necesidad de vivirlas una y otra vez. 

La seguiré queriendo siempre, porque siempre será la heavy de pelo corto que no le importaba admitir que era fan de Mecano y que eso no era incompatible con hacer el molinillo. Ay el molinillo, ya no tengo pelo para hacerlo, y sé, porque me lo ha dicho, que lo que más le gustaba de venir a conciertos de Brutal era verme hacer el molinillo, yo entiendo porqué sus pantaolnes ceñidos me encendían las pasiones, pero no entiendo porque a ella le pasaba cuando yo hacía el molinillo, cuando se lo pregunto dice lo que le gustaba era que lo daba todo en los conciertos, estas cosas extrañas que les pasan a las mujeres, y yo que me alegro, porque si no fueran así de extrañas en qué mundo iba a encontrar un desgraciado como yo una mujer como esta.

martes, abril 03, 2012

Cada día me cuesta más trabajo ponerme a escribir, aunque en realidad lo hago a diario, la literatura, la lírica, mi lírica, parece haberse ido de vacaciones abandonándome a merced de este espacio en blanco que parece abandonado.

Me busqué un apoyo y parecía que la cosa andaba, pero el bloqueo nos golpea a todos, a mi cada vez con más frecuencia y mi compañero y yo hemos coincidido en una parada contemplativa, que al fin y al cabo esos son los bloqueos, paradas contemplativas.

Espero disculpen estas líneas sin salero alguno, y las acepten a modo de disculpa por la inactividad, que desde luego, a quien más daño hace es a mi, ya que soy yo la que se queda sin lectores, porque en estos tiempos, por suerte, un lector no se queda sin escritores, porque somos muchos y muy buenos todos.

Prometo, de todas maneras, recuperaros, sin necesidad de robaros a otro autor.

Hasta dentro de muy poco.

jueves, febrero 02, 2012

La literatura y yo.



Siempre me había gustado escribir, pero no tenía un tema concreto, ni siquiera utilizaba un lenguaje concreto, simplemente cogía los bolígrafos de mi hermana, porque en el colegio sólo utilizábamos lápiz, y escribía, me maravillaba que el bic me obedeciera con aquella diligencia, tanto que llegué a destrozar un bolígrafo para ver como era la bola y la tinta y qué mágico elemento tendría aquel palito para que reflejara tan fielmente mis ideas, cuando dibujaba con el lápiz nunca era así, la imagen que tenía en la mente nunca se plasmaba en el papel, hubo un momento en el que conseguí que se parecieran bastante ambas imágenes, pero las palabas ¡ay! Las palabas nunca me han traicionado.

No me gustaba leer, realmente porque no hubo una transición entre los libros con mucha imagen y poco texto a todo lo contrario. Me negué rotundamente hasta que llegó Fray Perico. Nos obligaron a leer un libro del barco de vapor en el colegio, y no sé por qué aquel fraile y su borrico me llamaron la atención, quizá les llamé la atención yo a ellos, hay veces que el libro te elige a ti y no al revés, sin embargo, nuestra relación, como en las buenas relaciones, los inicios fueron duros. Yo tenía buena velocidad de lectura a pesar de mis reticencias, pero no era capaz de leer más de una página “¡Es imposible!” Decía, no hay nadie capaz de leerse esto, es enorme, ahora lo recuerdo y no puedo más que reírme, el libro no tenía más de cien páginas, incluyendo una letra enorme y unas cuantas ilustraciones. Mi hermana, harta de mis quejas, cogió el libro, me miró y dijo “Si yo me lo leo, te lo lees tú” acepté sin rechistar, quería quedarse conmigo, no había ser sobre la tierra que fuera capaz de leerse un libro entero. ¡Qué ilusa! Mi hermana no tardó más de dos horas en acabarlo, así que si ella podía yo también, con el aliciente de que ahora tenía alguien con quien comentar lo que leía, eso no quita que a mi tierna edad de ocho años tardara casi un mes en leérmelo, pero descubrí aquella maravillosa sensación, que siempre es igual de buena y gratificante que resulta terminar un libro.

A los doce años nos mandaron una actividad en el colegio, escribir una pequeña historia sobre un niño imaginario que vive una aventura, entonces nació Nemesio, un niño muy pijo que intentaba escaparse de casa en la limusina de su padre, lo leímos en voz alta y sin duda mi historia fue la que más gustó, eso me dio alas, desde entonces estoy casada, era demasiado joven, lo he intentado dejar, pero la literatura no permite que me vaya, nuestro matrimonio es para toda la vida, todos los días de mi vida, con sus altibajos y sus variantes. Después de las aventuras de Nemesio, encontré a Bécquer, cada noche leía un par de poemas o una leyenda, y me dio por la poesía, cada día escribía cuatro o cinco, en cualquier papel en blanco que me encontrara, tenía a todo el mundo aburrido, no había papel de mi padre que no estuviera firmado por mi incontinencia poética, ni ejercicio de matemáticas que no tuviera un haiku para adornarlo, definitivamente no era difícil ver a lo que me iba a dedicar, pasara lo que pasara, lo ideal sería hacer de mi enfermedad, porque no se podía llamar de otra manera, una ventaja que pudiera aportarme un sustento. Poco a poco empecé a escribir relatos cortos, sobretodo análisis de imágenes y sensaciones, muy experimental.

Es un baño de alientos, 

De susurros suaves 

En orejas vírgenes 

Y vientres experimentados. 

Es aire de segunda mano 

Del que se vive dulcemente, 

Es dependencia de manos, 

De labios, de pechos, de cuellos, 

Es muerte y resurrección 

Que nos deja sin aliento 

Y con un paño dulce, 

Casi amniótico y protector, 

Que nos envuelve 

Y casi nos hace brillar. 

Es fuerza sobrehumana, 

Instinto infrahumano, 

Naturaleza animal llena de razón. 




No hubo más remedio que regalarme un cuaderno, precioso, con letras kanji, que ahora está ajado y repintado y repleto de poemas y microrelatos de una febril adolescente, ese fue el nacimiento de Composiciones de bolsillo, 325 composiciones en total. Mi profesora de lengua en tercero y cuarto de ESO siempre lo cogía durante los exámenes. Tenía muchas faltas y me las corregía, me señalaba los que más le gustaban y me regañaba porque nunca llegaba al sobresaliente en su asignatura, ella tenía por costumbre regalar un libro a los alumnos de sobresaliente, y el mio lo compró después de leer mi cuaderno por primera vez, me lo dio el día de mi graduación, una antología de los poetas del 27, no llegué a sacar sobresaliente, la frase de ella que más recuerdo es “No entiendo como puedes escribir también y no ser capaz de hacer un análisis sintáctico”.

Mis relatos fueron creciendo conmigo, cada vez eran más largos, más elaborados, más pensados, con menos faltas de ortografía, fui abandonando la poseía poco a poco, también se me estaba pasando la calentura adolescente.

Durante dos años mantuve una relación de amor odio con la literatura, son muchos años juntas y de vez en cuando se enfada conmigo y me abandona, eso me suele provocar bastante ansiedad, poca gente me entiende cuando les digo que me pican las manos y sólo se me quita escribiendo, pero cuando no puedo hilar más de dos frases con sentido me agoto. Creo que aquel bloqueo de dos años fue porque ella no aceptaba que yo hubiera renunciado a que vivir de la escritura fuera mi prioridad.

Hace algún tiempo nos rencontramos con la pasión que conlleva una reconciliación, y entonces llegó nuestro primer hijo, mi primera novela, Winchester.

viernes, enero 13, 2012

Gilda o Rebecca

Gilda huía de sus problemas, hasta que se topó de frente con ellos y no tuvo más remedio, es impulsiva, lo que no suele ser bueno, intenta hacer ver que tiene el corazón de hielo y la fortaleza de piedra, pero en realidad es caliente y plástica, como el magma, te mira y te desarma, con un golpe de cadera puede hacerte pedazos y recomponerte con una canción, subirle la cremallera es como coronar un ochomil, es hermosa hasta decir basta, aunque tienes que mirarla una segunda vez para detectar toda su belleza. Gilda es como las ondas de su pelo, se adapta, crece, se hace fuerte y tierna a la vez, evoluciona a cada paso que da.

Rebecca es dura como la piedra, fría como el hielo, no es capaz de ver su felicidad si no la compara con la desgracia de los demás, una vez aparece en tu vida ya no se va nunca, se mueve como una sombra, es una cicatriz, una enfermedad crónica, es altanera. Todo el mundo la adora, es hermosa a más no poder, encantadora, dulce, divertida y chispeante, pero una vez saca su lado oscuro deberías huir, pero es un enigma buscas y rebuscas en su interior intentando detectar algo que arroje luz a ese mundo interno, pero lo único que encuentras es la marca que deja, que se ha dejado a si misma, es victima de su propio personaje.

Y tú quién eres ¿Gilda o Rebecca?