viernes, abril 06, 2012

Cuando éramos Heavys

La miro y a pesar de los años la sigo viendo con el pelo corto, recuerdo que no me gustó, pero por aquel entonces también solía llevar una camiseta de Master of Puppets reformada para que se adaptara a la figura, vaqueros ceñidos y botas de tacón, eso si me llamó la atención. Ahora lleva el pelo con corte en melena, suele vestir con camisa y pantalón de pinzas y dice que le gusta. Yo no me quedo atrás, antes llevaba el pelo largo a media espalda, ahora lo llevo corto, tengo las muñequeras de pinchos en un cajón, no sé cual y hace un siglo que no me pongo una camiseta negra. 
Es inevitable, no es una cuestión de cambio de gustos, o quizá si, uno se modera con la edad, es parte de la formación de la personalidad, igual cuando tenga 70 años vuelvo a escuchar Childen of Bodom a todo pijo mientras mis nietos me suplican que lo quite, claro que no les haré caso porque estaré muy ocupado partiéndome la espalda haciendo el molinillo.
Ella es diferente, ya era moderada, no ha dejado de escuchar lo que escuchaba, yo fui muy radical, pero ella venía hecha cuando llegó a mi, su etapa más radical fue cuando le dio por escuchar Van Halen y a mi pesar, todavía lo hace. De todas maneras inevitablemente, cada vez que me subo en el coche con ella y lleva puesto el SM de Metallica la veo como en aquellos años, vestida igual, maquilada igual e igual de sexy, supongo que eso es sano porque reconozco en ella a la mujer de la que me enamoré, me pregunto si ella ve en mi al hombre del que se enamoró.
Esa visión, además de reconfortarme me turba, porque no puedo evitar sentir nostalgia de aquellos primeros días, de aquellos primeros besos, del torbellino del enamoramiento. Es curioso, son sensaciones que me encantaría volver a vivir, a veces me resultaría indiferente con quien, sólo sentirlas de nuevo, pero lo ideal es que eso no vuelva a pasar, pero es como pedirle a un adolescente que no se encierre en el cuarto de baño todos los días a las mismas horas, hay cosas que se siente la imperiosa necesidad de vivirlas una y otra vez. 

La seguiré queriendo siempre, porque siempre será la heavy de pelo corto que no le importaba admitir que era fan de Mecano y que eso no era incompatible con hacer el molinillo. Ay el molinillo, ya no tengo pelo para hacerlo, y sé, porque me lo ha dicho, que lo que más le gustaba de venir a conciertos de Brutal era verme hacer el molinillo, yo entiendo porqué sus pantaolnes ceñidos me encendían las pasiones, pero no entiendo porque a ella le pasaba cuando yo hacía el molinillo, cuando se lo pregunto dice lo que le gustaba era que lo daba todo en los conciertos, estas cosas extrañas que les pasan a las mujeres, y yo que me alegro, porque si no fueran así de extrañas en qué mundo iba a encontrar un desgraciado como yo una mujer como esta.

No hay comentarios: