jueves, noviembre 11, 2010

Florentino Ratzinger

Se abre el mercado de fichaje de Dios en la liga de la religión cristiana.
Cinco obispos anglicanos descontentos con la decisión del club de ascender a las mujeres al mismo cargo que ellos ostentan, deciden liberar sus contratos con el anglicanismo y fichar por la iglesia católica Apostólica Romana.
¿Permitirá la iglesia Católica que estos obispos, casados y con hijos, mantengan su cargo? En caso negativo ¿permitirán que en su situación marital sean simples sacerdotes?
Las informaciones sobre las cláusulas de contrato no están demasiado claras, lo que sí sabemos es es que la iglesia católica cierra fieras en torno al conservadurismo incluyendo en la plantilla a cinco jugadores, descontentos con la igualdad entre hombres y mujeres, y llevando a cabo discursos contra el peligroso laicismo que amenaza la integridad del club.
Tampoco nos informan si los jugadores del equipo católico que proponen el fin del celibato, y otras medidas de avance, decidirán que es el momento de cambiar de club y optar por el anglicano, luterano o cualquier otro equipo que permita mantener relaciones sexuales. Tal vez la integración de obispos casados permita renegociar su cláusula de celibato consiguiendo así un pequeño progreso en el club cuando parecía imposible y, lo que es más importante, gracias a un gesto que parece estar más encaminado a la involución que al progreso.

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