miércoles, abril 11, 2012

Te reconozco entre la multitud.

Por casualidad, llegaron a mis ojos unas fotos multitudinarias, no recuerdo sobre qué, no recuerdo porqué, pero normalmente tengo que mirar cara a cara, escrutar a cada persona para encontrar a aquel que conozco, contigo es diferente, al primer golpe te vi, sólo tu cabeza, entre la multitud. Has cambiado, pero todavía te reconozco.

Es en estas ocasiones cuando te echo de menos, si, no te sorprendas, te echo de menos, aunque quizá no como las exparejas se echan de menos, o quizá si, no echo de menos tu aroma, ni echo de menos mesarte la barba, ni echarme una siesta contigo, lo que echo de menos es a mi amigo, ese que un día, antes de ser mio me prometió que, pasara lo que pasara, íbamos a ser amigos siempre.

Pasan los años, que ya han sido muchos, y aún así, todavía, igual que te veo entre la multitud, hay cosas que suceden en mi vida que siento el impulso de contarte, como le contaría a cualquiera de mis amigos, antes lo hacía y mientras hubo algo peleabamos por cualquier cosa, eso tampoco lo echo de menos, pero hubo un dulce momento en el que fuimos civilizados, en el que después De, fuimos amigos, hasta que sin explicación previa se acabó y entonces sólo fuiste una cara que reconozco entre la multitud, una sonrisa que reconocería en cualquier parte, unos ojos que, a pesar de los años, me taladran. Con el tiempo empiezas a pertenecer a una vida anterior que ya no recuerdo, hasta que te veo entre la multitud.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también echo de menos aquellos momentos maravillosos en los que fuimos amigos, nos mirábamos a los ojos, y nos contábamos nuestros sueños.

Siento no haber cumplido mi promesa.

Besos.