lunes, mayo 30, 2011

Antes de...

Empieza siendo un sentimiento, una sensación interna que martillea el pecho y no sabes identificar, poco a poco se expande, te presiona la boca del estómago, en este punto supones lo que puede ser, pero sigue sin tener un fin claro, inmediatamente después empiezas a manifestar los síntomas físicos:
1. Te plantas ante hojas en blanco sin saber porqué, abres word, cierras word, abres el blog, cierras el blog, coges un boli y unos folios, los guardas, te quedas mirando pasmado tu cuaderno de notas...
2. No puedes dejar de mover las manos, cualquiera puede pensar que repasas una pieza de piano con la mente, pero en realidad lo que haces es dar paso al tercer síntoma.
3. Se instalan frases cíclicas en tu mente que se repiten una y otra vez aunque no tienes ni puñetera idea de que hacen allí ni de que significan, porque desde luego, estas frases no son más que un síntoma, ni siquiera las utilizarás posteriormente.
4. Un hormigueo se instala en las yemas de tus dedos, es constante, molesto y agradable a la vez, es cuando llega el punto crítico, identificas que lo que necesitas es escribir, la inspiración te ronda aunque titubea, sigues sentándote, ahora con conocimiento de causa, ante las páginas en blanco aunque los pensamientos que te rondan no llegan a ninguna parte y tus manos siguen con ese movimiento constante sin llegar a nada.

Ahora pueden pasar dos cosas, la primera que te sientes a escribir, se te ocurra cualquier chorrada y se te pasen los síntomas, dándote un tiempo indeterminado de respiro, la segunda es que finalmente no seas capaz de escribir absolutamente nada, llegando al bloqueo.

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