martes, mayo 10, 2011

Susurros

Gea, la gata, paseaba bajo mi pie desnudo, que pendía del sofá despreocupado mientras la otra pierna formaba un triángulo con el asiento. Yo sostenía un libro encima de mi pecho y apoyaba la cabeza sobre una pila de cojines. Una melodía de piano danzaba alegremente al salir por los altavoces del equipo de música. Gea seguía haciéndome cosquillas en el pie con su suave pelaje negro, yo dejé el libro y me incorporé en el sofá, poniendo ambos pies en el suelo, Gea rondaba mis piernas ronroneando cada vez más fuerte, algo quiere cuando se pone tan mimosa. Recogí mis piernas en ese sucedáneo de postura del loto y Gea se acomodó en el hueco de mis piernas y yo agradecí su gesto acariciándole entre los ojos, que ella cerraba.
Entró en la habitación, con la carpeta en una mano y el maletín del portátil en la otra. Su traje gris marengo contrastaba con mi ancha y raída camiseta negra y mis pantalones amarillos de pijama.
Se quitó la chaqueta y puso la cabeza en mi pierna, acarició a Gea con una mano y yo empecé a acariciarle el pelo también a él. Dos animalitos desvalidos ronroneaban entre mis piernas. Él se irguió, paseó su nariz por mi mejilla y acercó su boca a mi oreja.
-          Mmm, hueles a jazmín- susurró y yo reí.
-          ¿siempre?- pregunté en un susurro también.
-          Siempre- besó mi cuello y me abrazó suspirando- a veces creo que voy a llegar a casa- siguió susurrando- y me vas a tener todo lleno de flores y me vas a esperar aquí, desnudita, pero así, con la ropa vieja, sin arreglar, estas mucho mejor.
-          Si, claro- susurros…-. Hay demasiada diferencia entre la chica playboy y la muchacha del gato.
-          Prefiero a la muchacha del gato.

Su aliento recorría mi piel y me provocaba escalofríos que recorrían toda mi espalda. Me miró a los ojos y yo sentí que me convertía en algún material plástico parecido al magma. Besó mis labios y la fuerza de su beso me echó hacía atrás, obligándome a estirar las piernas. Gea saltó con un bufido. Le abracé con las piernas y… apaguen la luz y a dormir, y no se les ocurra espiar…

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